NUESTRA ANTIGUA COCINA CHILENA
El sabor de lo nuestro
El sabor de lo nuestro
Yo, Mauricio Acevedo Guillibrand toda mi vida ligado al campo y a la cocina chilena, realicé un gran proyecto destinado a rescatar y poner en valor nuestra
tradicional cocina de campo chilena. Se trata un libro elegante sobre las comidas y preparaciones típicas del campo, aquellas que realmente han sido parte de nuestra identidad como pueblo y que con el paso del tiempo han ido trastocándose, evolucionadas o adaptadas a la actual gastronomía moderna.
Se trata de mi libro, “NUESTRA ANTIGUA COCINA CHILENA, El sabor de lo nuestro”, una obra que realicé en la forma, elementos y preparaciones de recetas y platos criollos preparados a la usanza antigua, y que hice personalmente en lugares y
paisajes del campo dando cuenta de la identidad y representación de todos ellos en sus respectivas zonas.
En estas páginas plenas de imágenes antiguas y eminentemente campesinas, se presenta el vínculo de la cocina con el campo y sus tradiciones, sabores y aromas que aún emanan diariamente en los hogares como consecuencia del pasado, y que rinden homenaje a nuestra historia del campo.
Solicitalo a libro@delahoguera.cl
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Este segundo tomo del libro "NUESTRA ANTIGUA COCINA CHILENA, EL SABOR DE LO NUESTRO" Quise concretar mi sueño de dejar impreso y para siempre mi experiencia como cocinero chileno...un cocinero de campo que honrando su esencia, debía a repetir el legado que dejaron nuestros antepasados en lo que yo llamo "Nuestra Herencia Gastronómica", un aprender que viene del pasado y que nos enseñan nuestras abuelas y madres con aquel cariño desde donde surgen todos los guisos, meriendas y platos típicos con los que nos hemos nutrido como nación, alimentos sanos y nutritivos que conforman un sello de identidad que nos distingue. Un viaje que nos llevó a recorrer Chile desde el norte Altiplánico hasta Tierra del Fuego para cocinar en los paisajes, una travesía dura y entretenida que duró muchos meses, cargando sobre mi camioneta nuestro entusiasmo y mis utensilios de cocina que me acompañaron, como mis viejas olletas sureñas de fierro fundido, las ollas de greda de Pomaire, fuentes, parrillas, lanzas y discos, además de leñas olorosas del sur y carbón de espino de la zona central, carga apretada que dejó espacio para subir las ilusiones de ambos con las que emprendimos este recorrido en busca de los paisajes donde habitan los amigos, esos que he hecho en el mundo del caballo, toda gente buena, cordial y chilenisima que me señaló los mejores paisajes de sus tierras donde preparé in situ con los elementos y víveres regionales cada plato y receta de este libro a la forma y usanza original. ¡Una aventura inolvidable donde siempre hubo amigos...!